· GA 001 - Entre 1884-1897 Rudolf Steiner se dedicó a editar las Obras
Científicas de Goethe para la edición de la obra completa de Goethe en la
"Deustche National-Literatur" de Kürschner, añadiéndole sus introducciones y
comentarios. En el presente escrito se hallan reunidas todas las introducciones a
los diferentes temas repartidos entre los cuatro tomos que ocupó la obra
científica. De hecho, la intensa dedicación de Rudolf Steiner a la cosmovisión de
Goethe fue el punto de partida de sus obras epistemológicas y ejerció su efecto
sobre toda su futura obra.
Goethe se oponía a los paradigmas mecanicistas y reduccionistas de sus
contemporáneos como Newton o Laplace. Lo fundamental para él es que el científico
no es un observador pasivo de un universo externo, sino que se halla inmerso en
una relación recíproca y participativa con la naturaleza, y, por tanto, el
observador puede interactuar con lo observado. ¿Acaso la naturaleza no creó al
ser humano como órgano para conocerse a sí misma?
Los escritos científicos de Goethe buscan entender los procesos
ahondando en la experiencia, que nos impliquemos con todas nuestras habilidades
perceptivas e imaginativas para percibir el mundo. Requiere salirse de la teoría
y de las concepciones que se han convertido en hábitos mentales que ya no nos
cuestionamos; bien porque nos hemos dormido en ellos, bien porque ciertos
intereses espurios procuran que no nos salgamos de ellos. Todo fenómeno puede ser explorado, ya sea inorgánico, orgánico,
psíquico o espiritual, utilizando el método goetheano de aproximarse a los
fenómenos. Pero cada uno de esos ámbitos requiere diferentes enfoques, pues cada
uno se relaciona de manera distinta con la realidad. La interacción entre los
factores idea y percepción, sujeto y objeto, varía según sea el reino que queramos
abordar. Por ello habla de ciencias inorgánicas, orgánicas y espirituales. Abriendo la puerta a un camino de desarrollo que permita franquear las
supuestas "fronteras del conocimiento". Uno de los abismos que separan a Goethe del enfoque habitual es que él concibe la Idea como ente real y agente, tanto en la naturaleza (como factor creador, ordenador y sustentor de los fenómenos), como en el interior del ser humano (donde la idea activa en la naturaleza reemerge en el escenario de la consciencia humana para revelar el contenido íntimo y objetivo de los fenómenos mismos). En este sentido Goethe era un Realista (la idea es real), en contraposición a la mayoría de filósofos y científicos modernos que son Nominalistas (las ideas son meros "nombres", convenciones subjetivas útiles para proyectar en los fenómenos, aprender a manipularlos y darnos la falsa imagen de que los entendemos).
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